He encontrado un comentario muy bonito sobre el Evangelio de hoy para compartir con ustedes; un pasaje que vale la pena reflexionar un poco más. El pasaje del Evangelio de Marcos 9:38-43, 45, 47-48 nos invita a profundizar sobre la humildad, la inclusividad y la seriedad del pecado. Vamos a desglosar los puntos clave de esta escritura:
1. Inclusividad en la obra de Dios (Versículos 38-40):
El pasaje comienza con Juan contándole a Jesús sobre alguien que expulsaba demonios en Su nombre, quien no formaba parte del grupo inmediato de discípulos. Juan y los demás habían intentado detenerlo, pensando que solo ellos tenían el derecho de actuar en el nombre de Jesús.
Sin embargo, Jesús desafía esta visión limitada diciendo: "No se lo impidan... porque el que no está contra nosotros, está a favor nuestro". Jesús enfatiza que el reino de Dios no es exclusivo para unos pocos selectos, sino que está abierto a todos los que genuinamente actúan en Su nombre. Dios obra a través de muchas personas, incluso aquellas fuera del círculo visible de seguidores.
Esto nos anima a la humildad y la apertura. No debemos pensar que el bien que otros hacen en nombre de Dios es inválido solo porque no forman parte de nuestra comunidad o tradición. Es un llamado a reconocer la obra más amplia de Dios.
2. La importancia de la humildad y evitar el escándalo (Versículos 41-42):
Jesús continúa con la idea del "vaso de agua", mostrando que incluso los pequeños actos de bondad no pasarán desapercibidos por Dios. Esto nos recuerda que la recompensa de Dios no se basa en gestos grandiosos, sino en la fidelidad y el amor en cada acción.
En el versículo 42, la advertencia sobre hacer "pecar a uno de estos pequeños que creen en mí" es alarmante. A Jesús le preocupa profundamente cómo nuestras acciones afectan a los demás, especialmente a los vulnerables o a aquellos que son nuevos en la fe. Causar escándalo o llevar a otros al pecado es una grave ofensa a los ojos de Jesús, y utiliza un lenguaje fuerte para enfatizarlo.
3. Llamado radical a la santidad (Versículos 43-48):
Jesús luego pasa a uno de los lenguajes más dramáticos en el Evangelio, hablando de cortar una mano, un pie o arrancar un ojo si nos hacen pecar. Por supuesto, esto no debe tomarse literalmente, sino que enfatiza la extrema seriedad con la que debemos tratar el pecado.
La "mano", el "pie" y el "ojo" pueden entenderse como símbolos de partes de nuestras vidas que nos llevan a la tentación o al pecado. Jesús enseña que debemos estar dispuestos a hacer sacrificios y eliminar todo lo que nos impida seguir a Dios fielmente, sin importar lo difícil que pueda parecer.
La mención del infierno (Gehenna) destaca las consecuencias eternas del pecado. Es un recordatorio vívido del peligro espiritual de permitir que el pecado siga sin control en nuestras vidas.
Reflexión:
Este pasaje habla de la naturaleza inclusiva del reino de Dios, recordándonos que Dios obra a través de muchas personas, a veces de maneras que nos sorprenden. Es un desafío a soltar los límites rígidos y ser más abiertos a ver la obra de Dios más allá de nuestras propias comunidades.
La humildad y la conciencia de cómo influimos en los demás son fundamentales. Somos responsables de nuestro ejemplo y del impacto que tenemos en los demás, especialmente en aquellos que son vulnerables en su fe.
Finalmente, el pasaje llama a un compromiso radical con la santidad, a la disposición de dejar ir cualquier cosa que nos aleje de Dios. El pecado no es algo que se deba tratar a la ligera: requiere acción decisiva, y Jesús lo subraya con una imagen contundente.
Este texto es un llamado a la autoexaminación y a la madurez espiritual, enfocándose en vivir fielmente y eliminando los obstáculos que impiden nuestra relación con Dios y los demás.
Pax Padre Skip Pastor
(Anuncio Adicional)
Agradecimiento desde Nuestros Corazones Gracias a todos los feligreses y amigos de la Parroquia Católica Blessed Trinity por su devoción, oraciones y amor hacia Nuestra Señora de La Salette, Reconciliadora de los Pecadores y Patrona de nuestra comunidad, los Misioneros de La Salette, en sus celebraciones de la Fiesta el pasado fin de semana.
Los nueve días de la Novena a La Salette, rezada con tanta fervor por nuestra comunidad parroquial multicultural, y el retiro del sábado por la mañana con la Comunidad Hispana;
La Cena Internacional en el Centro Parroquial, que deleitó nuestros apetitos, patrocinada y organizada por tantas organizaciones e individuos parroquiales;
Las pequeñas obras teatrales que presentaron el Mensaje de Ntra. Sra. de La Salette en su aparición, con los actores y narradores junto con las notables decoraciones y el talentoso baile de las jóvenes bailarinas artísticas;
Las hermosas liturgias y los sagrados himnos marianos (en inglés y español) que honraron a Nuestra Señora de La Salette, y la liturgia del domingo por la noche con nuestro Pastor, el Obispo John Noonan;
La sorpresiva visita en la Misa de Vigilia y la homilía de nuestro Superior Provincial de la Provincia Norteamericana de La Salette, el Rev. William Kaliyadan MS;
Y sobre todo, la efusión de amor y gratitud en la memoria del +P. Roland Nadeau MS en el primer mes aniversario de su fallecimiento a la eternidad, y la extraordinaria generosidad con sus contribuciones a los sacerdotes y hermanos de La Salette el pasado fin de semana en apoyo a nuestra formación de seminario, sacerdotes y hermanos retirados e infirmos, y sobre todo, la amabilidad especial hacia los Padres Bill, Joe, Bro. Ron y hacia mí, la cual ofrecen tan genuinamente cada día y cada fin de semana.
Padre Skip, Pastor
Dios nos ha dado dos manos: una para recibir y la otra para dar. No estamos hechos como cisternas para acumular; somos canales hechos para compartir. -- Billy Graham